Nuestra primera vez... creo - Día del cambio

 ─¿Donde vienes? 

─Ya estoy cerca, cálmate ─recibí su mensaje.

Mi mejor amigo,  David, y yo llevamos toda la secundaria intentado salir con chicas al principio pensé que seria fácil pero todas me han rechazado y llegué a un punto en que ya no me siento seguro hablando con ellas. David tuvo la idea de aprovechar el día del cambio e intercambiar con dos de nuestros profesores, elegimos a los que las chicas consideran más guapos, hicimos un plan para excitar a ambos profesores, yo cambiaría con el profesor Joshua y David cambiaría con el profesor Omar, cuando intentamos excitarlos hubo algo raro en Joshua él no tenia la vista en la chica de la imagen que usamos sino en el chico, quise avisarle a David pero ya era tarde, estaba en el cuerpo de Joshua. Sin saber que hacer en ese momento salí de la escuela y conduje hasta llegar a un motel, mi mente esta toda revuelta, todo esto fue mala idea. 


La puerta de la habitación se abrió de golpe y vi al profesor Omar entrar, por un momento sentí terror pero recordé que era David quien estaba en su cuerpo. 


─Creo que nuestro plan de conseguir chicas con este cuerpo no va a funcionar ─dije.

─¿Por qué lo dices? Míranos, las chicas deben estar ciegas para negarse a nosotros ahora. 

─Las chicas no son el problema sino yo, creo que al profesor Joshua le gustan los hombres. 

─¡Qué mierda dices! En todo caso a él le gustan los hombres no a ti. 

─Pensamos esto mal, mientras esté en este cuerpo no puedo dejar de pensar en chicos. 

David dio un suspiro y se sentó en la cama junto a mi. 

─Bueno no podemos hacer mucho ahora, nos quedaremos así hasta el próximo día del cambio ─dijo David. 

─Dímelo a mi que tengo que aguantar que me exciten lo hombres. 

─Bueno ya que esta así dime… en este cuerpo te doy más vibra de guapo o caliente ─preguntó en tono de burla. 

─La verdad estas guapo si te ando dando unos buenos besos ─dije sonriendo. 

Ambos nos quedamos mirando durante un momento, esos ojos cafés me hacia perderme, de verdad quería irme sobre él, quería quitarle su traje prenda por prenda hasta que pudiera tocar su pene, su trasero y sus músculos. Comencé a sudar y mi cuerpo se comenzó a sentir caliente, quiero probar el cuerpo del profesor Omar, no pude resistirme más y me fui contra él dándole un beso. David me empujo y me miro con miedo.

─¡Qué mierda haces! 

─Quiero coger contigo, este cuerpo esta demasiado caliente.

─Oye amigo hay que calmarnos un poco a mí no me gustan los hombres.

Me acerqué a él y apreté el bulto que tenia en la entrepierna.

─Pues tu pene dice otra cosa.

Lo bese de nuevo y por un momento intento alejarme pero se detuvo y me regreso el beso, nuestras lenguas estaban jugando, me quite la sudadera gris y él su saco negro, toqué su pecho extremadamente formado, mis manos bajaron lentamente pasando por su abdomen me detuve cuando llegué a sus pantalones y con fuerza metí mis manos, estaba tocando su pene que se ponía duro con cada movimiento. David tomo mis pantalones y los bajo con fuerza, mi pene estaba apretado dentro de esa diminuta ropa interior, saqué mis manos y le baje su pantalón y su ropa interior, su pene estaba completamente duro y sin pensarlo me agache y lo metí en boca. 


David se agarró de un mueble para no caerse, nunca antes le habían chupado el pene por eso se sintió un poco incomodo pero a la vez excitado. Mientras, yo no podía sacar de mi boca su pene, llegaba tan profundo que varias veces sentí que me ahoga, pero no me importa siempre que pueda seguir probando su cuerpo. De repente David se alejo de mí y se quito lo que le restaba de ropa, se acomodo en la cama y me hizo una señal, sin pensarlo me quite la ropa y fui directo a sus labios. Apenas me acerque nuestros penes se tocaron lo que me dio placer, David tomó nuestros penes juntos y los comenzó a masturbar, entre cada beso que nos dábamos suspirábamos del placer.


Después de un rato jugando con estos cuerpos, me levante y me puse en posición.

─Hazlo ─dije.

─No se como hacerlo, nunca he metido mi pene en un trasero.

─Solo sigue tu instinto. 

Y sin aviso David metió lentamente su pene, con solo la punta ya sentía una mezcla de dolor y placer, mis piernas se cruzaron un poco y mi respiración comenzó a acelerarse, podía ver su cara se notaba que el estaba sintiendo el mejor placer de su corta vida. Cuanto más tiempo pasaba más adentro estaba, en ese punto yo ya estaba perdido solo sentía como las gotas de sudor caían a través de mi barba y pecho peludo, reaccione cuando hizo movimientos sacando y metiendo su pene, ambos no podíamos para de gemir.

─¡Me vengo! ─gritó.

Momentos después mi trasero se sintió caliente, mi cuerpo reacciono y di un último gemido. David salió y se acostó en la cama, me acerqué a él y quedemos frente a frente, me masturbe y él cerro los ojos un momento.

─Abre la boca ─dije con la voz profunda del profesor Joshua. 

Lo hizo y deje caer mi carga sobre él, la mayoría cayó en su boca, se limpio los bordes con la lengua y me deje caer sobre su pecho. 

─El semen sabe horrible ─dijo David.

─Escuche que comiendo piña sabe mejor. 

Después de ese comentario nos quedamos en silencio durante un rato, simplemente me gustaba estar recostado sobre él.

─¿Esto no haces gay? ─David por fin hablo. 

─A mi me gusto esto, por mi que se jodan las chicas. 

─Se sintió raro… pero me gusto… creo que lo volvería hacer. 

─Rente la habitación por dos horas más. 

David me miro con una sonrisa.

─Va, ahora tu seras el activo quiero saber que se siente. 

Al escuchas eso mi pene se puso duro de nuevo. 

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