Entre roomies pt2

Josué POV

Ya van varias veces que alguien toca mi puerta apresuradamente, me levanto de la cama y me quedo al filo de la misma observado a la nada. Mi mente se recupera lentamente, miro mi cuerpo desnudo apreciando cada lugar de él, aún me parece raro levantarme y que el cuerpo de Rubén me muestre todo ese vello.

─¡Con un demonio ya levántate! ─escuchar mi propia voz gritándome a través de la puerta provoca que reaccione─ ¡No quiero que llegues tarde! ¡Quiero mi bono de puntualidad! 

Abro la puerta violentamente y la imagen de mi rostro me recibe. Rubén, ahora en mi cuerpo, me barre de pies a cabeza con una expresión de descontento.



─¿Por qué estas desnudo? ─cuestiona mi compañero.

─¿Por qué no lo estaría? ─respondo sarcásticamente. 

Él simplemente da un suspiro y da media vuelta; momento que aproveche para darle una nalgada.

─¡Que no hagas eso! ─sus ojos reflejaban furia. 

Cerré la puerta de mi nuevo cuarto, Rubén pensó que seria mejor dormir en el cuarto de nuestros respectivos cuerpos, no le iba a gustar que su cuarto oliera a mí.

Espabilé y busqué la ropa para irme a trabajar. Usar ese chaleco naranja me prende un poco, trabajar en una construcción es pesado, pero lo tolero, este cuerpo tiene mucho aguante. Eso sin hablar del olor que produzco después de un día de trabajo.

Me gusta jugar con las poses y caras que hago, puedo hacer cosas que al verdadero Rubén nunca le he visto a hacer, me agrada conocer ese lado de él. Me coloco el casco para hacer una pose frente al espejo. Trabajar sin camisa sería genial, todos mirarían todo lo que guarda este hombre.



La puerta de mi habitación es abierta tomándome por sorpresa. Mi compañero me miró con gracia, algo que me hizo sonrojar.

─Me voy ─dijo aguantándose la risa.

Asentí tratando de que no descubriera lo avergonzado que estaba, no creo que funcionara ya que apenas dio vuelta se burló.

...

Apenas llegar a la construcción me dirijo a la oficina para marcar mi entrada, adentro se encuentra mi jefe organizando las tareas para hoy. Lo salude con la cabeza y él me regreso el gesto. Ahora que lo veo de cerca es muy atractivo, sus brotes de canas provocan que mi atención no disminuya. Por mi mente pasan escenarios en donde lo encuentro desnudo y aprecio por completo su cuerpo.



─Me estas escuchando ─la voz gruesa de mi jefe evita que siga divagando.

─¡No!, que diga no ─mis nerviosos me traicionan. 

Su mirada baja para situarse justo en mi entrepierna, rápidamente trató de cubrir la erección con mis manos. Tarde me di cuenta que así era más evidente que la estaba ocultando. Mi jefe sonríe por un instante y mira hacia la mesa.

─Te decía que ayudes a terminar la barda lateral.

Asentí y salí lo más rápido que pude. Levante la tela de mi pantalón y una enorme erección me saludo.

─Mierda, no ahora ─susurré. 

Que difícil es controlar este tipo de cosas, desde que estoy en este cuerpo no he parado de estar caliente, ¿Será acaso culpa del cuerpo?, sea como fuese no quiero terminar cogiendo con otro hombre, sé que a Rubén lo que gustaría, solo quiero tener su cuerpo y vivir su día a día… y hablando de él, ¿Cómo le estará yendo?

...

Rubén POV

Este elevador es el más lento que he visto, doy un suspiro y observo mi reflejo a través del espejo. Estoy un poco nervioso, nunca he tenido un trabajo de oficina, no tengo ni la mínima idea de como comportarme, tengo algunas indicaciones de Josué, pero de todos modos no calman mis nervios.

Salgo del elevador y camino rápidamente hacía mi lugar de trabajo. Dejo caer mis cosas sobre el escritorio mientras reviso las notas.

“Mi trabajo es fácil solo siéntate y finge que haces algo, dudo mucho que entiendas la contaduría” 

¡Acaso me esta jodiendo! Que indicaciones de mierda, y si alguien me pide un documento o que haga una presentación, no tendría ni idea de que hacer. Mis pensamientos se detienen al sentir la presencia de alguien.

─Toma tu café ─dijo el chico estirándome el vaso.

─Yo no pedí ─respondo con firmeza.

─Siempre quieres uno ─insiste en que lo tome.

─No lo quiero vete ─mi tono sube. 

Hizo caso omiso y dejo el café sobre el escritorio acercándose a mi oído.

─Hoy vienes de malas, acaso el chico con el que salías no te dejo darle anoche ─se burlaba. 

Le lancé una mirada de furia, me estoy aguantando las ganas de darle un golpe.

─Lárgate ─digo amenazando.

El chico entiende el mensaje y se marcha, no sin antes soltar un pequeña risa que provoca que mi furia solo crezca. Miro el café un poco sorprendido ya que solo de verlo mis ganas de tomarlo aumentaban. Desisto y le doy un sorbo, es agrio, no estoy acostumbrado a ese sabor, pero este resulta ser agradable. Dejo la cafeína de lado para enviar mensajes a Josué, me tiene que dar una explicación más detallada de su trabajo.

Ya ha pasado dos horas desde que envié ese mensaje y no me ha respondido, estoy preocupándome, pero sé que está trabajando, debe ser difícil adaptarse al trabajo pesado. Mientras espero me levanto para ir al baño, trato de no pensar mucho en que estoy tocando el pene de otra persona sobretodo si se trata el de mi compañero.

Me detengo en el espejo para mojar mi cabello, aún no termino de asimilar que mi reflejo me muestre otra cara. Doy un leve vistazo moviendo mi mentón y haciendo algunas caras estúpidas.

─Si estas guapo ─susurro─ nunca me había fijado en ese aspecto suyo.

Coloco mis manos en el pecho para explorar un poco más, supongo que no se considera gay si es mi propio cuerpo. Aprieto las manos para sentir resistencia, estaba más duro de lo que pensaba. Me quito la camisa y levanto la playera interior encima de mis hombros.



─Ahora entiendo porque tienes tanto ligue ─me emocione─ mira ese pecho y esos abdominales, me pregunto como conservaras todo eso si ni siquiera vas al gimnasio. 

Mis manos se movieron por si solas por todo mi torso, casi sentía que era un espectador manteniéndome cautivo ante el secreto que mi compañero guardaba. Mi entrepierna se sintió incomoda, sabia que era, pero me asqueaba la idea de pensar en una erección. Mire hacia abajo para ver una montaña elevándose poco a poco.

─Mierda ─sentencie. 

Traté de calmar a mi nuevo amigo, pero nada funcionaba, esto no pasaba en mi cuerpo, es cierto que estaba caliente casi todo el tiempo, pero siempre encontraba la forma de calmarme.

Espere varios minutos a que bajara, no daba señal de que lo hiciera. ¿Cuánto puede aguantar una verga parada? Esto no es normal. Ya comenzaba a ser incomodo, la punta rosaba con la ropa provocando un pequeño orgasmo.

─Carajo ─di un suspiro─ solo hay una forma de calmarlo. 

Metí mi mano para mover mi pene suavemente. Tengo una idea, normalmente si te detienes antes de venirte pierdes la erección.

─Bien, hagas lo que hagas no te vengas no quiero tocar el semen. 

Puse una mano en el lavabo para sostenerme, mientras que la otra en mi entrepierna. Comencé con movimientos suaves básicamente acariciando mi pene, desconozco cual sea la mejor forma de hacerlo ya que no es mío.

Me puse tenso debido a una ola de satisfacción subiendo por todo mi cuerpo provocando que mis pezones se pusieran duros. Vi mi reflejo, tenia una cara de satisfacción, parecía idiota.

Fui subiendo la velocidad para experimentar más placer, para hacerlo mejor, cerré los ojos e imaginé a la secretaria que estaba en la entrada, era tan linda. Imagine a otras chicas con las que he estado, pueda que este cuerpo este acostumbrado a tener a hombres detrás de él, pero ahora yo decidía que las mujeres eran mejor.

Abrí los ojos para encontrarme con la imagen de Josué con una mano en su entrepierna, nunca lo había visto tan sonrojado. Aún sigo sin creer que haya aceptado intercambiar cuerpos con él. Su cuerpo no esta mal, esos abdominales son geniales, siento los músculos firmes y esa pequeña cantidad de grasa hace que se vea atractivo.

Sin darme cuenta, la velocidad de mi mano estaba hasta el tope, ya no intentaba calmarla, quería disfrutar todo el éxtasis de este cuerpo. Mi respiración era entrecortada y mis gemidos lo más silencioso que pudiera, seria malo que alguien en la oficina se enterara de lo que estoy haciendo.

Mis espasmos eran cada vez más fuertes. Por alguna razón no podía quitar la vista de mi reflejo, me provocaba excitación ver el torso desnudo de mi compañero mientras tenia una mano en su entrepierna.

─Me lleva la…

Termine soltando toda mi carga sobre mis pantalones, el semen era tan espeso, puedo jurar que llevaba guardándolo por lo menos una semana. Mis pezones regresaron a la normalidad, pero mi piel se puso de gallina. Saqué mi mano y estaba cubierta de semen.

─No fue tan malo ─limpie mi mano─ pero en el ultimo momento pensé en lo bien que se veía Josué.

Levante la tela de mi pantalón para darme cuenta que toda el área estaba manchada. Di un suspiro fuerte antes de quitarme el pantalón y la ropa interior. Me quede paralizado al ver desnudo mi cuerpo. Me sentía atraído.

─Sabia que era mala idea intercambiar con él, creo que ahora soy gay. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Buscando chamba

Poseedor - El chico del gimnasio